Carta de las comunidades directamente afectadas por las actividades mineras de Glamis Gold en Guatemala y Honduras a los inversionistas y accionistas de la misma

Jamie Kneen

National Program Co-Lead

En nombre de las comunidades de Sipakapa, Guatemala y del Valle de Siria, Honduras

Señores Inversionistas y Accionistas de la Glamis Gold Ltd,

Nosotros, como habitantes de comunidades directamente afectadas por las actividades mineras de la Glamis Gold en Honduras y Guatemala, les escribimos esta carta a Ustedes para informarles de las graves consecuencias que han estado provocando sus inversiones.

Llegó la Glamis Gold a nuestras comunidades prometiendo el desarrollo y el progreso, pero las experiencias de nuestras comunidades demuestran claramente que la actividad minera no trae desarrollo ni a la población local ni al nivel nacional.

Las empresas transnacionales como la Glamis Gold siempre aseguran que están respetando las leyes de los países donde operan, pero en Honduras y Guatemala están operando dentro de un sistema corrupto, beneficiándose de la impunidad sistemática y de una falta de democracia real. Las comunidades nunca fueron consultadas y cuando hemos organizado nuestros propios procesos de consulta, de acuerdo a la legislación interna y los convenios internacionales en plena vigencia, el gobierno ha respondido con la represión y la militarización, defendiendo los proyectos mineros impuestos.

En el Valle de Siria en Honduras, los impactos negativos de la mina San Martin son extensos. La destrucción ambiental, implícita en la minería a cielo abierto, sigue dañando los ecosistemas de la zona – los bosques, las fuentes de agua, la flora y la fauna. Se ha confirmado la contaminación con cianuro y metales pesados de varias fuentes de agua en la región, incluso en estudios realizados por instituciones gubernamentales. Hay comunidades donde por años los pobladores han tomado agua con altas concentraciones de arsénico, mercurio y plomo, mientras que otras comunidades tienen que viajar hasta otro municipio para obtener suficiente agua apta para el uso domestico.

La escasez de agua causada por la enorme cantidad de ese vital recurso que ocupa la mina San Martin ha destruido la economía local del Valle de Siria, tradicionalmente basada en la agricultura y ganadería. A la vez, esto ha provocado una ola de migración hacia los Estados Unidos, separando y dividiendo a las familias y a la vida comunitaria.

Desde que se iniciaron las operaciones mineras, la población local hemos estado viviendo una fuerte crisis de salud. Brigadas médicas independientes siguen documentando las crecientes incidencias de enfermedades dermatológicas, respiratorias, oftalmológicas, gasto-intestinales y otras. Un alto porcentaje de la población menor y adulta de las comunidades más cercanas a la mina sufre de estas enfermedades crónicas, sin tratamiento adecuado.

En los municipios de Sipakapa y San Miguel Ixtahuacán en San Marcos, Guatemala, donde opera la mina Marlin, conocemos muy bien la problemática que enfrentan las comunidades afectadas por la minería en Honduras y en parte por eso hemos manifestado constantemente nuestras preocupaciones y nuestra oposición a las actividades mineras. Estamos viviendo serios impactos sociales, culturales y espirituales, más grave aún considerando que la mayoría de la población en la región afectada es indígena. La Glamis Gold ha sembrado conflictos e inseguridad en nuestras comunidades, dañando el tejido social y cultural de nuestros pueblos indígenas Maya Sipakapense y Mam.

Ya han sido asesinados dos hombres indígenas en relación a la mina Marlin: Raúl Castro Bocel por balas de la policía en Sololá y Álvaro Benigno Sánchez por un agente de seguridad privada del Grupo Golan, contratado por la Glamis Gold en San Marcos. Además, al nivel local la militarización y la represión han vuelto parte de la vida cotidiana desde la llegada de la empresa minera, creando tensiones y una fuerte desconfianza. Hombres armados intimidan nuestras comunidades y a las mujeres y niñas. Han ocurrido varios casos de violación por parte de trabajadores de la minera, pero no se reportan por el clima de temor. También ha generado conflicto el aumento en la competencia por el agua.

Para responder a estas situaciones muy reales que vivimos cada día en nuestras comunidades, hemos intentado de hacer escuchar nuestras voces por todos los medios posibles. Al ver que todas las puertas se nos han cerrado, como comunidades afectadas nos hemos visto obligadas a tomar otras medidas, por ejemplo los procesos de consulta comunitaria y las acciones directas, como las acciones que llevan ya dos semanas en el Valle de Siria. La noticia que las propiedades de la Entre Mares, subsidiaria de la Glamis Gold en Honduras, están hipotecadas en un banco en la Bahamas por un préstamo de 30 millones de dólares nos preocupa enormemente. Plantea la posibilidad de que la empresa se declare en quiebra y abandone la zona sin mitigar ni indemnizar ni cumplir con algunos compromisos básicos, como titular las tierras y registrar las casa de la comunidad de San José de Palo Ralo, reubicada con el uso de la coerción para abrir el terreno para las operaciones mineras.

Como comunidades afectadas del Valle de Siria y como el Comité Regional Ambientalista del Valle de Siria, estamos exigiendo el cierre inmediato de la mina San Martin, y a la vez medidas de mitigación e indemnizaciones integrales. Incluso mientras que se reunen Ustedes como accionistas, las acciones directas, las investigaciones y la cobertura en los medios de comunicación siguen en Honduras, respecto a los impactos desastrosos de sus inversiones.

En Sipakapa, Guatemala, exigimos el respeto de los resultados de nuestro legítimo proceso de consulta comunitaria, basada en legislación municipal, nacional e internacional. El 18 de junio del año 2005, las comunidades de Sipakapa y nuestras autoridades comunales realizamos una consulta para determinar si el pueblo quería las actividades mineras en nuestro territorio o no. En 11 de las 13 aldeas de Sipakapa, el pueblo expresó su contundente rechazo de la minería. Por lo tanto, exigimos el cierre inmediato de la mina Marlin.

Obviamente es imposible en un espacio tan limitado exponer todas las consecuencias de la actividad minera en el Valle de Siria y en San Marcos y nuestras posiciones respecto a las minas San Martin y Marlin de la Glamis Gold. Es su responsabilidad como accionistas informarse de los impactos devastadores de sus inversiones en nuestras comunidades y tomar acciones oportunas al respecto.

Por ende, les invitamos a un evento esta noche para ver un documental y para una discusión pública sobre el tema hoy a las 6 de la tarde en la University Club, 380 University Ave. También les instamos a Ustedes a pedir más información a Derechos en Acción ([email protected], 416-654-2074) y a coordinar con nosotros para organizar una visita al Valle de Siria y a Sipakapa para conocer directamente a las comunidades afectadas y para aprender de primera mano sobre los extensos impactos negativos de sus inversiones.

Atentamente,

Carlos Amador (El Porvenir, Francisco Morazan, Honduras)
Juan Tema (Sipakapa, San Marcos, Guatemala)