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Pascua Lama: Antecedentes

Jamie Kneen

National Program Co-Lead

(Tomado de “El Exilio del Cóndor: Hegemonía Transnacional en la Frontera: El tratado minero entre Chile y Argentina” – Luna, Padilla y Alcayata, Santiago, 2004)

Pascua Lama es un proyecto de desarrollo minero que consiste en la explotación a rajo abierto de un yacimiento de minerales de oro, plata y cobre, y su procesamiento para obtener como productos metal doré (oro, plata) y concentrado de cobre.

El yacimiento se ubica en la Cordillera de Los Andes, sobre el límite internacional chileno-argentino, unos 150 kilómetros al suroriente de la ciudad de Vallenar, en la Comuna de Alto del Carmen, Provincia de Huasco, III Región.

Las localidades más próximas son Chollay y las Breas, ubicadas a 35 km y 55 km de distancia, respectivamente.

El proyecto tiene un carácter binacional, al considerar obras y operaciones tanto en territorio chileno como argentino. En Argentina, el proyecto se ubica unos 300 km al nororiente de la ciudad de San Juan, en el Departamento de Iglesia, Provincia de San Juan.

El área de operaciones está establecida conforme a los Protocolos Adicionales 20 y 23 del 16º Acuerdo de Complementación Económica elaborado entre Chile y Argentina dentro del marco del Tratado de Montevideo de 1980.

En territorio chileno se desarrollará gran parte del rajo abierto y se construirá un botadero de estéril, un chancador primario, un complejo de mantención de equipos de mina y polvorín para el almacenamiento de explosivos.

Estas obras se ubicarán en la cabecera del Río del Estrecho, tributario del Río Chollay, sobre los 4.400 metros sobre el nivel del mar.

En territorio argentino se desarrollará una porción menor del rajo y se construirá un botadero de estéril, las instalaciones de la planta de procesos, un tranque de relaves, los campamentos de construcción (para 4.000 personas) y operación (para 1.000 personas), además de un aeródromo privado.

El mineral será extraído de la mina a razón de 15 millones de toneladas por año y enviado a un chancador primario ubicado en territorio chileno, para reducir su tamaño. Luego será transportado por medio de una correa hasta las instalaciones de proceso que se ubicarán en territorio argentino, traspasando la frontera a través de un túnel de 2.7 km de longitud.

En la planta de procesos el mineral se someterá a operaciones de chancado secundario, molienda y lavado.

El mineral denominado refractario será procesado mediante flotación convencional para obtener concentrados de cobre. El denominado no-refractario, así como los relaves de la flotación, serán procesados mediante lixiviación con cianuro de sodio, precipitación con zinc y refinación para obtener metal doré.

El requerimiento de agua para el Proyecto Pascua-Lama será de 370 l/s en total. Esta demanda será abastecida desde el Río de Las Taguas, en Argentina.

En Chile se considera extraer agua para las operaciones de la mina y talleres, estimándose un requerimiento de hasta 42 l/s que se obtendrán desde el Río del Estrecho y el Río El Toro. Barrick dispondrá de los derechos de aprovechamiento correspondientes según la legislación de cada país.

Existirá un acceso terrestre desde cada lado de la frontera. En Chile el acceso se realizará desde la ciudad de Vallenar, a través del camino que une esta ciudad con la localidad de Alto del Carmen, seguido por un camino secundario que se desarrolla a lo largo del valle del Río del Carmen.

El monto de la inversión se ha estimado en 950 millones de dólares.

El Proyecto tiene una vida útil de 20 años según las actuales reservas, y anualmente producirá unas 5.000 toneladas de cobre contenido en concentrados, 615.000 onzas de oro y 18,2 millones de onzas de plata.

Las empresas que desarrollan el proyecto son: Compañía Minera Nevada S.A. en Chile, y Barrick Exploraciones Argentina S.A. y Exploraciones Mineras Argentinas S.A., en la República Argentina.(4)

Inicio Retrasado

En Mayo del 2000, altos ejecutivos de la empresa anunciaban que las faenas de explotación se iniciarían en el 2003. Dicho anuncio y la presentación de un plan de trabajo para Pascua - Lama, fueron realizados ante autoridades de la III Región, entre las cuales estuvieron presentes el Intendente de Atacama, la Gobernadora de Huasco, el Alcalde de Vallenar, la Alcaldesa de Alto del Carmen, el Alcalde de Freirina y el SEREMI de Minería de dicha región.(5)

En el ultimo tiempo, el mercado del oro ha tenido significativas oscilaciones, motivo por el cual la puesta en marcha del proyecto Pascua Lama, se ha visto sensiblemente retrasada y ha debido replantear sus plazos. El tema fundamental, está centrado en el paulatino y sustancial aumento de costos que ha sufrido el proyecto, lo cual ha obligado a la empresa a realizar un detallado análisis, con el fin de optimizar el plan inicial.

Lógicamente, es un tema de tendencias de precios. En el ultimo tiempo, el precio del oro ha experimentado una sensible caída y esta se ha mantenido en cierto periodo, por lo cual la empresa ha variado sus prioridades en cuanto a proyectos y a rentabilidad mediata se refiere.

Sin embargo, altos ejecutivos de Barrick han señalado tener la convicción de que el mercado evolucionara favorablemente y la cristalización de Pascua Lama podría lograrse en el 2005

Los planes de Barrick consideran desarrollar el distrito aurífero de Pascua-Lama como una gran operación que justamente se iniciaría en una primera etapa por la explotación de los rentables óxidos del proyecto Veladero.

Remoción y Manejo de Glaciares

La información disponible en el EIA sólo establece que dicha área tendrá una superficie aproximada de 10 hectáreas y que “los sectores de glaciares que deberán ser removidos se determinarán con la debida anticipación de acuerdo con el plan minero actualizado”. No hay estimaciones de espesor, para conocer su equivalencia en agua.

La inviable pertinencia técnica de remover glaciares implica un impacto ambiental irreversible. Lo que es valido para los tres glaciares descubiertos que sufrirían impacto ambiental.

Sin embargo, no hay constancia alguna del impacto sobre glaciares de roca o suelo congelados con relación a la red caminera y las medidas de estabilización asociadas que generalmente involucra el uso de sales.

Respecto a las aprehensiones sobre medidas y acciones que se implementarán para el manejo de glaciares están las siguientes:

• El “despeje” de hielo o “trozos de glaciar” se hará con bulldozer y cargador frontal hasta descubrir la totalidad del lecho rocoso.

Al respecto, cualquier acción mecánica sobre el glaciar provocará transferencias de calor, lo que hará subir la temperatura de hielo, que a su vez se vería favorecido por la elevada insolación local. A pesar que las temperaturas diurnas sean negativas, el balance radiativo reconoce energía que no sólo es calórica. Se desconocen mediciones de radiación pero las diferencias de albedo entre hielo y roca hace que la absorción de energía sea mayor que este último, por lo que el glaciar estaría más expuesto.

• Esto también es válido para el caso de tronaduras controladas y empuje por los mismos elementos hasta su disposición final. Para el caso de tronaduras, estas podrían elevar la temperatura hasta umbrales de fusión y evaporación lo que favorecería aún más la destrucción del glaciar.

• La disposición del glaciar a una cota similar no es sinónimo de conservación. La línea de nieve regional, altitud por encima de la cual la nieve acumulada es perenne, sólo aporta materia a un sistema que tiene tendencia a perder masa naturalmente (ablación). A pesar de precipitaciones medias anuales de 216 mm (90% nieve), la existencia de glaciares en ambientes semiáridos es debido a su conservación relictual heredada de paleoclimas. Se estima la línea de nieve regional a una altitud cercana a los 5000-6000 m, por lo que las nevadas pueden ser insignificantes en términos de acumulación y aporte al glaciar, al fundirse fácilmente por encontrarse bajo la línea de equilibrio del glaciar. La acumulación en el sistema es producto de nevadas sobreviviente a un año hidrológico verano). De igual manera, no se observa un lugar de similares características ajeno a la influencia del proyecto.

• La destinación exclusiva del área post remoción; el uso de sitios de baja pendiente; la habilitación de bermas y maquinarias; la no utilización de quebradas con escorrentía de deshielo; y las similares características de formaciones superficiales geológicas y geomorfológicas, son todas acciones que no tienen relación alguna con la conservación del glaciar.

• Sobre la viabilidad ambiental de la intervención de glaciares, debe enfatizarse en la intensidad de la intervención (10há) sobre la totalidad del área englaciada; la reversibilidad y la recuperabilidad, puesto que no existe información disponible sobre un plan de manejo similar al propuesto. El informe específico de “estructura y dinámica de glaciares” debe necesariamente ser ampliado a variables como flujo, morfología, características y variaciones recientes, espesor, foliación, mediciones meteorológicas y ablación. Solo con análisis integrado de estas variables, u otras que se estimen pertinentes, puede proyectarse una curva de balance de masa a contrastar con la intervención. Surgen dudas de cómo establecer fehacientemente que la viabilidad ambiental es compatible. De lo contrario, es dable, suponer que el impacto a raíz de la remoción será irreversible e irrecuperable.

Finalmente, es necesario precisar qué se entiende por medidas compensatorias si es que la remoción de glaciares implica su desaparición. En tal sentido, si los glaciares desaparecen no hay compensación posible en términos de mantener la calidad ambiental base, previa al proyecto, puesto que regenerar un glaciar prácticamente imposible y si lo es se ignora el procedimiento.