(Calgary) Más de14 000 personas en Canadá, Costa Rica y otros países del mundo han firmado una carta que se entregará al CEO de Infinito Gold, John Morgan, durante la reunión anual de la minera canadiense que tendrá lugar hoy en Calgary. La carta urge que la empresa abandone la demanda de mil millones de dólares en contra de Costa Rica, amparándose en el tratado de inversión bilateral Canadá-Costa Rica.
La minera, con sede central en Calgary, está demandando al gobierno de Costa Rica por una suma superior a mil millones de dólares debido a que ha rechazado el plan de Infinito de construir una mina de oro a cielo abierto en una selva tropical. Organizaciones canadienses, incluyendo Alerta Minera Canadá, Fronteras Comunes, Sierra Club Canadá, el Instituto Polaris, CDHAL – Comité por los derechos humanos en América Latina, el Consejo de Canadienses, la Alianza de Servicios Públicos de Canadá, y el USW – Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos y Mineros de Canadá, han hecho un llamado a la minera canadiense para que inmediatamente abandone la amenaza de arbitraje internacional en tres ocasiones este año sin recibir respuesta.
Durante las últimas semanas mas de 14 000 personas han apoyado este llamado añadiendo sus firmas a peticiones tanto en español como en inglés en el sitio Web de LeadNow y en el sitio Web de SumOfUs.
Jamie Kneen de Alerta Minera Canadá subraya que: “Este caso es otro ejemplo mas del daño que las empresas pueden hacer utilizando protección de inversiones suscritos en tratados de libre comercio y acuerdos de inversiones en tratar de predominar sobre la voluntad de pequeños países con conciencia ecológica tal como es en el caso de Costa Rica. Sin embargo, el gobierno de Canadá promueve el atrincheramiento de los ‘derechos’ de las corporaciones a través de nuevos tratados de inversiones, tal como en los tratados de libre comercio de Honduras, China, la EU y la docena de países negociando el Parternariado Trans-Pacifico.”
Se ha demostrado en encuestas que más del 85 por ciento de la población de Costa Rica rechaza la propuesta mina Crucitas. En tres oportunidades, entre el 2010 y el 2013, la Corte Suprema de Costa Rica le negó a Infinito el permiso para seguir adelante con el proyecto de una mina de oro a cielo abierto. La realidad es que las autoridades de Costa Rica han indicado que es Infinito que le queda debiendo a ese país unos $10 millones por la destrucción visitado sobre 300 hectáreas de bosque tropical, una deuda que todavía no ha sido cancelado.
Infinito Gold ha recurrido a litigio e intimidación para hacerse con lo suyo. El año pasado intento (pero fallo) destituir a un juez de la Corte Suprema (por talvez no ser favorable a la minería a cielo abierto), y demandar a dos profesores costarricenses por comentarios críticos relativo al proyecto (y perdió). Y en 2012 Infinito hasta intento amenazar a la Universidad de Costa Rica (UCR) con una demanda de difamación si no le concediera el derecho de corregir los contenidos de un curso que pudiese incluir contenido crítico del proyecto de la minera. El Rector de la UCR no tardo en recordar a la empresa que no tenía ninguna jurisdicción en los asuntos internos a una universidad en Costa Rica.
En vez de respetar la decisión democrática de Costa Rica en rechazar a este proyecto, Infinito ahora pretende demandar al país en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (CIADI) del Banco Mundial con sede en Washington. Según el analista de actividades mineras Rick Arnold: “Casos que se traen a los confines amenos a las corporaciones como el CIADI se puede contar con que traerá una bonanza para las arcas de la empresa mientras causando serios daños al presupuesto nacional, particularmente cuando se falla en contra de economías mas pequeñas, como en el caso de Costa Rica.”
Stuart Trew, encargado de campañas del Consejo de Canadienses enfatiza que: “Los acuerdos de comercio e inversiones de Canadá se parecen mas cada día a cartas que privilegian a las ganancias de las mineras canadienses, dándoles el ‘derecho’ de lucrar bajo cualquier circunstancia, y sin tomar en cuenta el impacto de megaproyectos en las personas y el agua que se necesita para poder sobrevivir.”
Como demuestra este caso, la política canadiense necesita de una revisión drástica para poder proteger los intereses de comunidades, trabajadores y del medio ambiente, en vez de priorizar los intereses de las empresas mineras canadienses operando tanto en otros países como en casa.
Para más información favor comunicarse con:
Jamie Kneen, Alerta Minera Canadá, (613) 569-3439, [email protected]
Stuart Trew, Council of Canadians, (647) 222-9782, [email protected]