[Nota: la empresa ha negado toda responsabilidad por los hechos, inclusive la alegada relación con Óscar Menjíivar.]
Comunicado de prensa: El domingo 20 de diciembre recién pasado fue asesinado, en el cantón Trinidad de Sensuntepeque, el ambientalista Ramiro Rivera Gómez, líder de la resistencia comunitaria contra la empresa minera canadiense Pacific Rim, en Cabañas. Junto a él murió la señora Felícita Echeverría y una niña de 13 años resultó herida. Según testigos, varios sicarios emboscaron su vehículo y le dispararon con armas de grueso calibre, a pesar de la presencia de dos agentes policiales que le brindaban seguridad.
Este dirigente comunitario, miembro del Comité Ambiental de Cabañas y de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica, fue víctima de persecuciones, amenazas de muerte e intentos de asesinato. El último de éstos sucedió el 7 de agosto de este año, cuando recibió ocho disparos de bala por la espalda. Uno de sus agresores, el matón de Pacific Rim, Óscar Menjívar, está detenido y la audiencia judicial se realizará en febrero de 2010.
Con mucha indignación, las comunidades cristianas y organizaciones populares de la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica condenamos este repudiable crimen, y expresamos lo siguiente:
1. La muerte del compañero Ramiro no es aislada, ni es un delito de delincuencia común; pues sucede en el contexto de amenazas, agresiones, desapariciones, torturas y asesinato de opositores a los proyectos mineros, de los cuales el caso de Gustavo Marcelo Rivera es el más emblemático. Estos crímenes se dan en medio de un clima de conflictividad creciente, causado por Pacific Rim, a través de la compra de voluntades, división de comunidades y promoción de actos violentos contra los activistas antimineros.
2. El asesinato de Ramiro Rivera resulta de la impunidad que impera en la zona. Seguramente la falta de justicia en la desaparición, torturas y asesinato de Gustavo Marcelo Rivera, incentivó a los asesinos materiales e intelectuales del compañero Ramiro. En tal sentido no sólo es responsable Pacific Rim por generar conflictos en las comunidades y familias, sino también las autoridades policiales, fiscales y judiciales por permitir la impunidad que motiva a cometer nuevos crímenes.
3. Toda esta problemática en Cabañas también refleja cierta indolencia del propio Presidente de la República, Mauricio Funes, quien no se pronuncia sobre estos casos, a pesar de las reiteradas peticiones de la Mesa y de la Comunidad Internacional. Recientemente el influyente congresista estadounidense James McGovern le pidió intervenir.
El 9 de diciembre recién pasado, líderes comunitarios de Cabañas y representantes de la Mesa llegaron hasta Casa Presidencial para entregar a Funes una carta, que no pudo recibir porque tenía otros compromisos. La misiva pedía, entre otras cosas, investigar a profundidad el caso de Marcelo Rivera y aplicar medidas efectivas de seguridad para todos los ambientalistas amenazados. Probablemente una respuesta inmediata habría evitado el asesinato del compañero Ramiro.
Frente a tal situación, la Mesa reitera sus demandas de enjuiciar y castigar a todos los responsables intelectuales y materiales de los atentados, amenazas, asesinatos y demás crímenes contra los defensores del medioambiente en Cabañas; e incluir en la lista de sospechosos de autores intelectuales de estas violaciones a los derechos humanos a la empresa minera Pacific Rim y todos sus lacayos.