En la noche del 31 de mayo de 2021, las comunidades de Cuenca quedaron sorprendidas cuando se anunció que la empresa minera INV Metals había sido adquirida por otra empresa canadiense, la empresa minera Dundee Precious Metals, con sede en Toronto. Nadie lo vio venir. INV Metals había estado publicando (todavía lo están haciendo) comentarios sobre las ventajas de su proyecto Loma Larga en un esfuerzo desesperado por obtener la licencia social para el proyecto. A principios de este año, la población de Cuenca votó mayoritariamente (80%) a favor de la protección del agua y en contra del proyecto minero.
Dundee, que tiene un historial tóxico ambiental en Europa del Este y África, ahora pretende instalarse también en América Latina y esto tiene a la población de Cuenca, Ecuador extremadamente preocupada.
Entonces, ¿quién es Dundee Precious Metals (DPM)?
DPM es una empresa minera de oro con sede en Toronto, y cuenta con operaciones y proyectos en Bulgaria, Namibia, Serbia y ahora en Ecuador. El proyecto Loma Larga, en el páramo de Kinsakocha, provincia de Azuay, representa el primer proyecto minero de la firma canadiense en suelo latinoamericano.
Esta es una adquisición importante porque DPM es una empresa más grande con operaciones en muchos países en comparación con INV Metals, cuyo único proyecto era Loma Larga. Si bien el anuncio puede haber sido una sorpresa para muchos, Dundee estaba muy familiarizada con INV Metals. De hecho, DPM era uno de los accionistas estratégicos de INV Metals con 23.3% de las acciones junto con IAMGOLD (35.5%). De manera similar, el actual presidente y director ejecutivo de Dundee es David Rae, quien también es director de INV Metals.
Desde que se realizó el anuncio, DPM ha dicho en varias oportunidades que la empresa tiene “una sólida trayectoria como empresa social y ambientalmente responsable, y [ha] demostrado a través de los años este compromiso con [sus] trabajadores y comunidades locales fortaleciendo el desarrollo de capacidad en las regiones (Europa del Este y África”. Pese a tales afirmaciones, las comunidades de esos países han denunciado a la empresa por los estragos ambientales y sociales dejados por sus operaciones durante más de 10 años.
El historial tóxico de Dundee en poblaciones de Bulgaria, Namibia y Armenia
La mina de oro a cielo abierto Ada Tape de Dundee en el sur de Bulgaria, cerca de la ciudad de Krimovgrad, enfrentó numerosos obstáculos antes de comenzar a operar en 2019. La mina está ubicada en Natura 2000, una red ecológica de áreas protegidas por la Unión Europea. En 2007, Catherine Coumans de MiningWatch Canadá reportó que en el 2005 el Concejo Municipal de Krumovgrad aprobó una resolución rechazando el proyecto minero por motivos ambientales dado que la empresa planeaba “extraer oro utilizando un método a base de cianuro.” Las comunidades se movilizaron y “casi 10,000 personas, que representan cerca del 90% de las y los votantes elegibles, respaldaron la resolución.” El proyecto estuvo estancado durante varios años hasta el 2016 cuando comenzó su construcción. Pese a esto, la población sigue preocupada por la contaminación causada por la mina en la tierra y el agua y su impacto en la agricultura, la ganadería y el turismo.
La mina subterránea de cobre y oro Chelopech, cerca de Sofía, capital de Bulgaria, contiene una alta concentración de arsénico y produce dióxido de sulfúrico que puede provocar graves peligros para el medio ambiente y la salud. Por consiguiente, las regulaciones ambientales búlgaras prohíben que dicho concentrado sea tratado en el país. Dada esta prohibición en Bulgaria, Dundee transfiere los concentrados peligrosos a su fundidora Tsumeb en Namibia, país al suroeste de África en la costa Atlántica, para su procesamiento. Como lo plantea BankWatch Network, esto ha creado una situación en la que el tratamiento de materiales tóxicos y peligrosos se transfiere de una comunidad en Europa a otra en África, una estrategia comercial que ha sido denunciada por violar el Convenio de Basilea sobre el control de los movimientos transfronterizos de los desechos peligrosos y su eliminación. Las comunidades locales en Tsumeb reportan que el aire está contaminado debido a las emisiones de la fundidora. Los médicos relacionan tal contaminación con un aumento en los problemas pulmonares en la población.
Asimismo, muchos trabajadores de la fundidora Tsumeb han mostrado altos niveles de arsénico en la sangre y la orina y sufren de erupciones cutáneas, cáncer, ceguera y quemaduras en la cara. Dundee ha sido acusada de negarse a reconocer su responsabilidad y no compensar a los trabajadores para que puedan acceder a medicamentos para tratar sus enfermedades.
Otro proyecto que Dundee no menciona en sus comunicados de prensa, pero que ha dejado grandes consecuencias para la salud de los habitantes que vivían cerca a su presa de relaves mineros Geghanush en Geghanush, al sur de Armenia, Europa del Este. La instalación de la presa sufrió "una serie de fugas de desechos tóxicos como resultado de tuberías mal construidas" en el 2012. De 2008 a 2016, las comunidades exigieron que se les indemnizará y acusaron a la firma de poner en peligro sus medios de subsistencia, agricultura y ganadería al contaminar su tierra y fuentes de agua, y de exponer a la fauna, flora y comunidades a enfermedades derivadas de la mina, tales que alergias, osteoporosis, malformaciones congénitas y tumores a través de cartas dirigidas a la empresa y reuniones con representantes con ellos. En enero del 2016, unos meses antes de que la empresa vendiera el proyecto a una empresa minera rusa, las comunidades afectadas volvieron a expresar sus preocupaciones y demandas durante una reunión con uno de los gerentes de Dundee. Sin embargo, las comunidades rápidamente se percataron que “la empresa no tenía ninguna intención de ofrecerles compensación.”
Dundee intenta comparar sus actuales operaciones con Loma Larga
Pese a este historial deplorable y sistemático de daños a la salud y falta de responsabilidad con las poblaciones de sus proyectos en Europa del Este y África, la compañía los publicita como éxitos empresariales y los compara con Loma Larga en sus comunicados de prensa. En un periódico local, Dundee escribió que “la mina subterránea de cobre y oro Chelopech en Bulgaria, tiene una geología, un método de extracción y un procesamiento similares al proyecto Loma Larga”. En la misma línea, ha manifestado que se comprometería “aún más con todas las partes interesadas, como lo hizo antes del desarrollo de su mina Ada Tepe, que ahora es una operación de gran éxito de DPM que goza de un fuerte apoyo tanto de las comunidades locales como del gobierno búlgaro.”
De manera similar, INV Metals, ex-propietario de Loma Larga, dijo en 2019 que “la fundición Tsumeb de DPM podría potencialmente usarse para procesar el complejo concentrado de cobre / oro de Loma Larga”. Ahora que DPM es el propietario de Loma Larga, esto podría convertirse en una realidad preocupante.
“El ominoso prontuario de DPM es un sendero que no aceptamos para nuestros páramos”
Las comunidades no se dejarán engañar por DPM y su intento de encubrir lo que ocurre en sus otras minas. Durante más de 10 años, las empresas mineras canadienses, desde IAmGold con sede en Toronto, INV Metals con sede en Vancouver y ahora, la empresa minera Dundee Minerals con sede en Toronto, han estado intentando desarrollar el proyecto minero Loma Larga contra la voluntad de los lugareños. Su resistencia al proyecto los ha llevado a importantes victorias, como el referéndum de 2021. Cuencanos y Cuencanas no se dejarán engañar por el intento de DPM de encubrir sus estragos ambientales en otras partes del mundo. Dundee debe saber que esta oposición al proyecto no cambiará y los inversores deben comprender que este proyecto no tiene ni tendrá licencia social.
Loma Larga es un proyecto minero que de llevarse a cabo impactará dramáticamente el páramo de Kimsakocha y a las numerosas comunidades indígenas, rurales y urbanas cuyos modos de vida dependen de este ecosistema tan frágil. Como afirma Paola Granizo, bióloga integrante de Yasunidxs Guapondelig y Cabildo por el agua de Cuenca, “El ominoso prontuario de DPM es un sendero que no aceptamos para nuestros páramos, territorios y agua. Nuestra apuesta avizora un Ecuador megadiverso, no megaminero.”